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El niño no quiere volver a la escuela.

Hace pocos días conversaba con una madre y me contaba cómo su situación familiar estaba afectada debió al acoso que su hijo sufre dentro de la institución educativa en la que se encuentra. Algunos de sus compañeros lo han acosado, burlándose de él, botándole o dañando sus pertenencias, empujándolo, excluyéndolo de los juegos. A razón de estos episodios el niño manifiesta no querer ir a la escuela, somatiza la situación y busca dormir permanentemente.  Está experimentando una serie de secuelas psicológicas de las que hay que estar muy atentos como padres, maestros y especialistas porque incluso las victimas pueden llegar a autolesionarse para evitar asistir al colegio.

El bullying. Es una situación de acoso, intencionada y sistemática, en la que el agresor utiliza a la víctima, con la complicidad de otros compañeros, para burlarse, ocasionando daño psicológico, verbal o físico. Se refiere al acoso, intimidación o maltrato repetido y continuado que una persona ejerce sobre otra, generalmente en un contexto de desequilibrio de poder. Puede tener graves consecuencias para la salud mental y emocional de la víctima, así como afectar su rendimiento académico, su autoestima y su bienestar en general.

Algunos ejemplos de comportamientos de bullying incluyen insultos, burlas, exclusiones, agresiones físicas, difamación, intimidación, amenazas, robo de pertenencias y difusión de rumores falsos.

¿Por qué pasa esta situación?

Puede en ocasiones suponerse que forma parte de la cultura en donde burlarse del otro puede ser normal y visto como una forma sana de humor. Incluso hay quienes afirman esta situación justificándola con frases como: “Aquí somos así”, “O te acostumbras o sales corriendo”, “Las bromas forman parte de lo que somos”. En muchas culturas latinoamericanas, el humor y las bromas son parte integral de la vida cotidiana. Los niños pueden estar influenciados por esta tradición familiar o cultural y tener una predisposición natural hacia el humor y las bromas sin darse cuenta de las consecuencias.

Algunas causas:

Puede ser una manifestación de problemas familiares como abuso, negligencia, falta de supervisión, conflictos familiares, baja autoestima o situaciones personales como sufrir de alguna condición a nivel de salud mental como un trastorno de comportamiento que le puede dificultar controlar los impulsos o trastorno del desarrollo como TDAH, que puede estar asociado con dificultades en la regulación emocional y la interacción social, lo que puede contribuir a comportamientos violentos en algunos casos.

– El acosador puede creer que tiene más poder, ya sea físico, social o emocional, sobre la víctima y utiliza este poder para intimidar al otro.

– Los acosadores pueden tener dificultades para comprender las emociones de los demás y para comunicarse de manera asertiva, lo que los lleva a recurrir al comportamiento agresivo como una forma de expresar sus propias frustraciones o inseguridades.

– Los niños pueden verse influenciados por modelos de conducta negativos en su entorno, como familiares, amigos o a través de lo que ve en la tv, redes sociales o videojuegos.

¿Qué podemos hacer ante una situación de acoso?

– Hacer un seguimiento en permanente comunicación con nuestro hijo y con el colegio, acerca de las medidas adoptadas. Es importante que el colegio sirva de mediador entre los padres del acosado y los padres del acosador a fin de buscar las posibles alternativas de solución y de esta manera generar un entorno seguro.

-Evitar que los niños se sientan culpables de lo que les está pasando: Los niños excluidos en ocasiones evitan contar lo sucedido a los padres por temor a mostrarse débiles o diferente a los demás.

-Dar soporte emocional al afectado. No regañarlo ni incitarlo a la violencia como suele suceder en muchos casos. Especialmente los padres suelen decir a los niños… “ si te golpean… golpéalos más fuerte”.

El bullying crea un ambiente escolar negativo y hostil que puede afectar a todos los estudiantes, no solo a los afectados directamente. Prevenir el bullying promueve un clima escolar positivo donde todos los estudiantes se sientan seguros, valorados y respetados.

 

Escrito por Heber Londoño.

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